Todos los días me levantaba de mi cama feliz de recibir un nuevo día, me preparaba y salía al encuentro con todas las oportunidades de ser feliz, a pesar de volver en las noches algo herida siempre pensaba en el siguiente día que me esperaba, sabía que encontraría el amor algún día, las esperanzas crecían cada vez, poco a poco empece a ver a mis amigos enamorarse y encontrar a la pareja perfecta para ellos, me alegraba con cada parejas que conocía
«Llegará el amor de mi vida» pensaba cada vez que los veía, no quería apresurar las cosas, sabía que llegaría el momento perfecto y sería feliz con alguien, me lo repetía a diario, limpiaba mi alma y la mantenía esperando, sabía que tarde o temprano pasaría...
Pasaron los años y seguí viendo como los demás conseguían el amor de su vida, yo solo esperaba y cada vez dudaba mas de encontrarlo...
«quizás le paso algo» salí en su búsqueda preocupada, en mi camino me encontré a muchas parejas que necesitaban ayuda para unirse «necesito encontrar a mi amor... pero no puedo dejarlos» los ayude lo mas que pude mientras buscaba a mi propio amor...
recorrí cada rincón buscándolo y veía cada vez mas seguido como amaban a los demás.... como les hacían cariño...como pensaban en ellos...
poco a poco en mi se fue creando un invierno de soledad... mi esperanza de encontrar a mi amor era la única fuente de calor que tenía... cada vez se apagaba mas y mas... mis lagrimas corrían por mis mejillas, las mantuve en silencio porque pensaba que aún eran en vano
pasaron mas años en soledad, todos los que me rodeaban eran felices y me daban pedacitos de su felicidad que solo me duraban un momento, al llegar a casa se agotaban y debía llorar, me preguntaba a diario porque solo yo estaba sola, porque solo yo, quería mantener encendida la llama de la esperanza pero era como una cerilla en una ventisca...
de repente un día me canse... ya no espere mas... me resigne a mi soledad...nunca nadie llego a buscarme... nadie salio a mi encuentro.... salia a buscar a mi amor pensando que quizás se había perdido, sin embargo, siempre volvía sola...
«¿es que no merezco que alguien me ame? ¿que hice para que me designen al olvido?... yo solo quería un poco de amor...»
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